A este sitio se le conocía también como los Baños de Abajo, para diferenciarlos de los Baños Grandes de Ojocaliente a los que acudían las familias adineradas. Su construcción fue aprobada por el ayuntamiento en 1821, con trece placeres o tinas, cuatro baños al aire libre, una huerta, un conjunto de lavaderos públicos y, a finales del siglo XIX, una alberca conocida como “La Puga”. El conjunto está formado por edificios de distintas épocas, entre los cuales destaca el antiguo hotel San Carlos, de estilo neoclásico, con albercas al aire libre y arquería neogótica.
En 1990 fue declarado monumento histórico y en 1993 se iniciaron los trabajos de rescate arquitectónico y de adaptación para darle vida como centro cultural, donde hoy se celebran obras de teatro, conciertos y conferencias, entre una gran variedad de actividades.